A mediados de la década de 1970, Guild fue pionero en el diseño de bajos acústicos con la introducción del modelo B-50, que presentaba una forma de cuerpo jumbo, fondo de caoba arqueado y una escala de 30 3/4” fácil de tocar. Guild ha reintroducido estas características antiguas con la nueva Westerly Collection B-240E Fretless, que ofrece a los bajistas un instrumento acústico de caballo de batalla con un gran tono que se toca con facilidad.

Construido con una tapa sólida de abeto Sitka sobre un fondo arqueado de caoba y aros de caoba, el B-240E Fretless cuenta con un tono impresionantemente fuerte que se mantendrá firme durante la mayoría de las improvisaciones acústicas. También se puede amplificar fácilmente con su sistema de captación Guild/Fishman BT-1 integrado. El B-240E Fretless cuenta con un diapasón de Pau Ferro sin trastes con líneas de trastes de arce, lo que proporciona un espectro de sonidos que van desde un suave ambiente de bajo vertical hasta tonos brillantes y gruñones de fusión de Jazz.

Este modelo también cuenta con un puente de pau ferro, un perfil de mástil delgado en forma de C, cejilla y selleta de hueso de 1 5/8”, golpeador de carey y una roseta de nácar.

• Sin trastes
• Bajo electroacústico tipo Jumbo
• Tapa de pícea de Sitka maciza
• Aros y fondo de caoba
• Mástil de caoba en forma de 'C'
• Diapasón y puente de pau ferro
• Escala de 78,10 cm (30" 3/4)
• Anchura de la cejilla: 41,13 mm (1" 5/8)
• Sistema de pastilla Guild/Fishman BT-1
• Acabado: Natural satinado

Acerca de la Westerly Collection

Esta serie rinde homenaje a la época dorada de la marca, reconocida por sus preciados diseños, su mano de obra impecable y la alta calidad de los materiales empleados.

Acerca de Guild Guitars

Guild es una icónica compañía americana que ha mantenido su reputación fabricando guitarras acústicas, eléctricas y bajos durante más de 60 años siguiendo una tradición basada en artesanía y calidad.

Estas guitarras responden ante cualquier desafío. Desde la escena del Jazz de Nueva York en la década de 1950 hasta la legendaria actuación de Richie Havens en Woodstock o durante el movimiento Grunge de Seattle en los años 90… Como bien dice su eslogan “están hechas para ser tocadas”.